
El hombre que dijo "preferiría tener suerte antes que ser bueno" fue muy sabio. La gente generalmente se asusta al darse cuenta de cuánto puede impactarnos la suerte. Hay momentos en un partido de tennis en que la pelota golpea la punta de la red, y por una fracción de segundo, se detiene en el aire. Con un poco de suerte, la pelota pasa la red, y ganas. O quizás no, y pierdes.
Con esta magnífica frase y la cámara en un close-up a la red de una cancha de tenis, en donde se ve la pelota ir y venir hasta golpear la red, comienza Match Point, primer acercamiento del gran Woody Allen a la letal combinación de thriller, drama, y romance.
No es LA cinta del año, indudablemente, pero perfectamente habría pagado el doble por verla. Nominada al Oscar y con las sobresalientes actuaciones de Scarlett Johansson (actualmente promocionando la última cinta de Woody Allen, "Scoop"), Emily Mortimer y Matthew Goode, quienes definitivamente opacan levemente el desempeño del joven protagonista, Jonathan Rhys Meyers, Match Point te absorve rápidamente de principio a fin.
Woody Allen hace gala, una vez más, de su excelente habilidad narrativa como director y se apoya certeramente en una gran dirección de fotografía para brindarnos excelentes ambientes filmados en una clásica pero preciosa Londres.
Si la van a ver, cuéntenme si para ustedes la pelota cruzó la red, o se quedó en vuestro lado.
¡Suerte!