Alice in Chains

Mi relación con Alice in Chains es sagrada. Comenzó por allá por 1994, en Chuquicamata, durante uno de mis viajes de "regreso", después de haber salido del colegio.

Pero cuando más me llegó a la vena Alice in Chains fue en 1996, mientras vivía con una familia hermana de mi familia: los Vega. Mis hermanos Esteban y Jorge me acompañaron en la aventura de descubrir el Unplugged de Alice in Chains, para mí el mejor desenchufado de todos los tiempos.

Fue una época de harta locura. Harto carrete. Harta distorsión. Son incontables los amigos con los que compartí el deleite de dejarme absorver por una de mis 5 bandas favoritas.

Alice in Chains se transformó en Top 5 ese mismo año, y no ha bajando en mi ránking jamás. Le debo tantos recuerdos como para escribir un blog entero. Y en estos momentos en que me siento gris, tirado para negro, es que AIC me acompaña y yo le rindo tributo. Porque me identifica. Porque sufro y río con AIC.

Vaya esta música en homenaje a Layne Staley, fallecido vocalista de la banda. Un ídolo. Vaya también este homenaje a todos quienes en este momento están pasando por un mal momento o un momento de reflexión en sus vidas. Los dejo con I stay away, temón del álbum Jar of Flies, de 1994.



Mientras esa canción hablaba de querer irse a otra parte (en este caso al sur), esta otra habla del odio en el amor y del amor con cierto odio. Tal vez lo más potente y venenoso de AIC: Love, Hate, Love.



El Facelift es el álbum que contiene la anterior Love, Hate, Love. Altamente recomendable para rockeros de verdad. La que viene ahora debe ser una de las canciones más conocidas. Es una de esas canciones que me gustaría que pusieran cuando me muera. Down in a hole, versión en estudio, del álbum Dirt.



Pero AIC no es sólo rock, metal, grunge o el adjetivo que quieran. Para mí tiene su cuota de sicodelia. Esta se manifiesta mucho en el álbum homónimo, de 1995. Una pequeña muestra de esto es el tema Again. Escuchen también los coros de este tema. Junto a los coros de otras bandas tan disímiles como Def Leppard, Pink Floyd, King Diamond o Queen, para mí las voces de Jerry Cantrell y Layne Staley unidas son un caviar.



Y cierro la entrega con una de mis canciones favoritas. También del Dirt, con dos voces unidas en un oscuro unísono, esta va dedicada a todos mis quienes han sido alguna vez mis enemigos. Disfruten de Angry Chair.



He dejado fuera demasiadas canciones. De las que más lamento: Sludge Factory, Them Bones, Dirt, Would?, Nutshell, Confusion, etc. Sorry. Nos vemos la próxima semana con el maestro Alice Cooper.