El saludo de beso entre hombres

A algunas personas les causa vergüenza, molestia o hasta indignación al ver a dos deportistas darse un fraternal abrazo, apretón de manos, o un pequeño beso de ánimo en la mejilla por una fracción de segundo. Para mí, en cambio, es algo tan natural que no debería causar mayor espanto. Lo que pasa es que, desde que se me ocurrió escribir sobre esto hasta que por fin puse mis dedos en el teclado, la sola mención de la palabra “beso” entre 2 hombres, lleva a muchos a pensar en otras cosas. No hablo del beso que protagonizaron Clark Gable y Vivian Leigh en “Lo que el Viento se Llevó”; menos aún del que se entregaron mutua y formalmente Elton John y su marido. Hablo de que los hombres sí pueden expresar cariño, gratitud, paternidad y muchos otros sentimientos, a través del beso.

Desde que tengo uso de razón que saludo a mis amigos hombres con un beso en la mejilla, en señal de cariño, de manera recíproca. Algunos que estén leyendo esto ya me estarán tildando de gay u homosexual. Me importan un comino esos comentarios. La verdad es que toda mi vida he visto cómo las mujeres, incluso sin conocerse, se besan en la mejilla al saludarse. ¿Por qué los hombres no podemos hacerlo?

Ahora... no se trata de hacerlo “sólo porque las mujeres lo hacen entonces nosotros también lo haremos”. No. Esto viene de mucho antes, de la infancia, cuando algunos papás son muy cariñosos y besan a sus hijos, siendo esto lo más normal del mundo. Pero a medida que al hijo le van saliendo pelos y espinillas, algunos padres renuncian a esa práctica... ¡Dios sabe por qué!

Sucede que, en mi caso, y aunque algunos lo puedan objetar, lo asocio en cierto grado al hecho de ser chuquicamatino. Con mis amigos de infancia y otros más recientes, tenemos entre los hombres una costumbre no siempre heredada pero sí casi universalmente adoptada, de saludarnos con mucho cariño y efusividad, y eso me lo han comentado con cierto asombro personas que no son de Chuqui. Aunque nos hayamos visto ayer, no importa, igual nos abrazamos sonrientes y nos damos, inconscientemente, un beso en la mejilla. No tiene nada de malo. Sí mucho de mecánico, lo reconozco. Es tal cual como lo hacen las mujeres, pero a sabiendas de que quien estoy besando, con real afecto, es más que un amigo: un hermano.

De todas maneras, el beso de saludo entre los hombres es una práctica muy benigna y que de a poco ha ido ganando terreno en la fría, parca y agresiva sociedad chilena. Pero es algo que en general cuesta mucho, y que se da casi únicamente entre los jóvenes. ¡Cuánto me gustaría que fuésemos más cariñosos en general!, sin andar repartiendo besos a todo el mundo, claro está.

Si en USA leen esto, se espantarían. Bueno, demostremos nosotros que en algunos aspectos podemos ser incluso más desarrollados... o menos cartuchos.